Que es lo que realmente sucediendo con Entrevista Sobre El Embarazo A Temprana Edad

entrevista sobre el embarazo a temprana edad

� Creaci�n de los c�rculos de jovenes como medio de contribuir los m�dicos de la familia en la formaci�n integral de los mismos. En la tabla 1 se observa una tendencia ascendiente del embarazo en la adolescencia en nuestra �presa, lo que nos hace meditar en una insuficiente preparaci�n sobre el tema para eludir que esto ocurra tan de manera temprana. Los resultados de estos estudio han demostrado las relaciones íntimas en exactamente las mismas comienzan como promedio a los 12 y 13 a�os para el sexo masculino y femenino respectivamente teniendo el sexo masculino edades medias de comienzo inferiores que su contraparte. Mucho se charla sobre los peligros que acompa�an el embarazo en la adolescencia, tanto para la madre como para su peque�o hijo, pero pese a todo hay quienes asumen esa compromiso, siendo muy j�venes y sin la adecuada preparaci�n. Se ha podido ver que el tema ha sido tratado por distintos expertos de la salud que abordan la problem�tica desde la visión m�dica y en su car�cter macro social y biol�gica. De gran herramienta nos resultaron los trabajos distinguidos de doctores, especialistas en la materia en Cuba.

• Por una parte, se apostó por disminuir el número de embarazos y nacimientos para evitar la mortalidad materna e infantil y por otra parte, desde una perspectiva más perversa, se buscó que bajaran los escenarios de pobreza de los conjuntos sociales más afectados evitando que “los pobres proseguirán reproduciéndose”.
• Es claro que contaban con información para impedir un embarazo no esperado, pero éste no lo concebían como un riesgo para la salud ni como un obstáculo en su historia -por ejemplo, para continuar aprendiendo-.

Los diferentes enfoques coinciden en que las desigualdades sociales influyen en las vulnerabilidades y habilidades para la salud, lo mismo que en las formas de proceder y métodos de administración relacionados con la misma. Hay métodos específicos de concebir el cuerpo, la sexualidad, la reproducción y la salud que, no obstante, no deben ser útil a fin de que las instituciones dejen de atender estos temas con políticas y programas de atención para las poblaciones específicas. Si bien el embarazo a temprana edad se piensa como inherente a las sociedades indígenas, este obedece a factores históricamente conformados y concatenados. Ante la estadística que coloca a Chihuahua entre los primeros sitios a nivel nacional en embarazo en adolescentes, este día fue presentada una campaña de prevención apuntada a este ámbito de la población con la finalidad de visibilizar, sensibilizar y prevenir embarazos a temprana edad y favorecer el proyecto de vida de este conjunto etario. Es urgente que el Estado reconozca que para atender el embarazo adolescente se requieren medidas integrales que respondan al carácter multifactorial del fenómeno, especialmente aquellas relacionadas con prevención y atención de la crueldad sexual. Es ese sentido, aún y cuando los sistemas de salud se vean saturados por el COVID-19, el Estado debe asegurar a mujeres, niñas y jovenes el ingreso efectivo a diversos métodos de anticoncepción, tal como a servicios de aborto seguro en las situaciones previstos por la ley. María Elena García Trujillo, en representación de la SISEMHindicó que “el embarazo en jovenes es uno de los flagelos sociales que no permiten detallar pisos básicos para la igualdad entre mujeres y hombres, con lo que es esencial informarles que de enero a la fecha en Jalisco se registraron diez mil 946 nacimientos de mujeres de 15 a 19 años lo que se representa historias de mujeres y hombres que posiblemente hayan truncado su historia pues no lo esperaban”.

Incorporan Campaña Integral Para Impedir Embarazo En Adolescentes

En la situacion concreto de la fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años, el estado ocupa un lugar importante sobre el promedio nacional puesto que, según el censo de 2010, los nacimientos en mujeres de este grupo de edad eran del 60.66% por cada mil habitantes, frente al promedio nacional del 56.86% . De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 23.1% de las mujeres inicia su vida sexual entre los 12 y 19 años, es decir, durante la adolescencia,1 y es relevante ver que de aquellas que han iniciado su historia sexual, el 47.6% estuvo embarazada alguna vez .

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El Embarazo En La Adolescencia �un Problema Popular En Santa Clara, Villa Clara, Cuba?

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Es tambi�n un inconveniente salud en tanto perjudica un emprendimiento de reivindicaci�n del sujeto femenino asociado a un mayor bienestar psicosocial para la mujer� . La pol�tica de salud reproductiva cubana fundamentada en principios de prevenci�n popular y de una filosof�a en la cual la salud es un inconveniente de derecho, ha logrado atenuar el encontronazo que la precocidad puede traer para la salud biol�gica del ni�o y de la madre con un sistema de rastreo a la salud materna de la joven desde los primeros momentos de su embarazo. En general el t�rmino tambi�n se refiere a �las mujeres embarazadas que no han alcanzado la más grande�a de edad jur�dica, variable seg�n los distintos pa�ses del mundo, as� como a las mujeres adolescentes que est�n en situaci�n de dependencia de la familia de origen� . En el mundo actual, el embarazo en la adolescencia se est� produciendo a edades cada vez m�s tempranas, lo cual resulta altamente desfavorable desde el criterio sanitario, no s�lo por sus consecuencias sociales, sino más bien por el hecho de que ayuda a subir la morbilidad y mortalidad materna, perinatal y también infantil. Se efectúa un an�lisis del embarazo en la adolescencia en la ciudad de Santa Clara a partir de un proceso investigativo y a resultas del mismo se dise�a una iniciativa de sistemas de acciones educativas para jovenes de Santa Clara. Se examinan las causas que lo originan, las secuelas que lo implican, as� como su impacto en la familia y en el medio social con el objetivo de entablar medidas que contribuyan a mejorar esta problem�tica en la localidad de Santa Clara.

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En todo el mundo, agencias y organismos de todo el mundo consideran el embarazo adolescente como un problema médico pública importante pues las adolescentes conforman el grupo poblacional que presenta más grande peligro de mortalidad materna y por el hecho de que las adversidades a lo largo del embarazo y el parto son la segunda causa de muerte en jovenes en el planeta -16 millones de niñas de entre 15 y 19 años son mamás cada año-. Los bebés nacidos de mamás jovenes representan el 11% de los nacimientos, y el 95% de viven en países en vías de desarrollo (OMS, 2014; Naciones Unidas, 2015). Durante la última década, tanto en México como en otros países de la zona latinoamericana, el estudio del vínculo maternidad adolescente y rezago o abandono escolar ha cobrado más grande interés;16,18 sin embargo, es un problema complejo y multicausal que requiere mayor reflexión con información actualizada desde una perspectiva nacional. El presente artículo tiene como propósito caracterizar a las adolescentes que tuvieron algún embarazo y analizar la asociación de este fenómeno con el rezago educativo, a partir de información de una encuesta representativa en México. En este trabajo se exploró la relación que hay entre el embarazo joven y el rezago educativo; la hipótesis es que el rezago educativo no siempre sostiene una relación unidireccional con el embarazo joven, sino la relación asimismo puede ser inversa.

Entre las dificultades que los competidores consideran podrían combatir las adolescentes tras el embarazo están primordialmente las económicas (26%), situaciones relacionadas al cuidado de su hijo (12%), falta de vivencia (12%), novedosas responsabilidades (10%), inconvenientes en el aspecto laboral (8%), y dejar sus estudios (7%). Para la atención del embarazo en niñas y jovenes indígenas (y no indígenas) se requiere un enfoque crítico explicativo que tome presente cuestiones éticas y profesionales, que integre una visión indígena en la salud pero que también vea las determinantes que existen en niveles diferentes. Sobre todo han de analizarse las injusticias sociales del sistema e integrar los discursos y la interpretación de los sujetos involucrados, comenzando por las niñas, adolescentes y jóvenes indígenas. Esto requiere de mayores indagaciones de corte cuantitativo y cualitativo que asistan a comprender la vivencia indígena del embarazo en la adolescencia, en las vidas de los progenitores y madres, y asimismo en el grupo de la comunidad. Seguidamente, a través de lo previo, es vital empezar a transitar desde una política de prevención que fué únicamente informativa, a una política de promoción de la salud sexual y reproductiva que no aborde el embarazo como “problema” a priori, sino se centre en crear una noción de salud integral de la mano de los jóvenes. Como numerosos estudiosos han mostrado, ofrecer información y métodos anticonceptivos no redunda siempre en el aumento de su uso ni en la disminución de embarazos y también infecciones de trasmisión sexual .

Es recurrente que las adolescentes sean ignorantes en relación a los riesgos y el da�o que tienen la posibilidad de representar las relaciones sexuales desorganizadas, que entre otros muchos, puede ser el embarazo. �La maternidad en las jovenes significa peligro para la salud de y de sus hijos, desde el momento en que comienza, ya que la mayor�a de las ocasiones son embarazos no planeados y no amigables� . La investigaci�n es el an�lisis de un problema real de salud que por su alcance tiene una dimensi�n social muy atendible en tanto que lastra la salud la vida y el desarrollo arm�nico de los adolescentes de Santa Clara. Esto forma un aspecto desencadenante de difusiones en el chato personal, familiar y de comunicaci�n social. En México las jovenes sin escolaridad muestran tasas de fecundidad más altas, entre 180 a 200 por cada mil mujeres, en comparación con las que tienen nivel escolar de secundaria o mayor, con sesenta nacimientos por cada mil mujeres (Villalobos et al., 2015). En el caso de esta investigación, el 52.4% de las entrevistadas manifestó que estudiaba antes del embarazo, mientras que el 46.8% afirmo que no. Del grupo que estudiaba, el 27.5% indico que continuó estudiando durante su embarazo, al paso que el 61.6% abandonó la escuela.

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