Por qué casi todo el mundo Habla con franqueza sobre Estadisticas Embarazo Adolescente

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Respecto al número ideal de hijos, esta variable influye menos en el riesgo de embarazo; de esta manera, tener un ideal de tres hijos y más, aumenta tenuemente el peligro de embarazo en relación a las que no desean ningún hijo o quieren tener como máximo 2 hijos (1.57 ocasiones). Finalmente el tener o no acceso a los servicios de salud no cambia de manera significativa el riesgo de embarazo.

• De esta forma, calladita, estaba aquella chica de 17 años que atendió en una casa humilde a las afueras de San Cristóbal de las Casas, la ciudad más importante chiapaneca.
• 41.1 % de las jovenes de 15 a 19 años NO empleó un procedimiento anticonceptivo en su primera relación sexual.

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Además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección supone un peligro persistente de conseguir una infección de transmisión sexual. El embarazo en adolescentes es un fenómeno que ha cobrado relevancia en los últimos años gracias a que México ocupa el primer sitio en el tema. En el caso de los embarazos jovenes, la oportunidad de que el producto sea prematuro, o sea el bebé, aumenta considerablemente, apuntó la experto en ginecología, especialmente si la salud de la madre no es buena desde el comienzo de la gestación. “El embarazo en jovenes muchas veces es el único proyecto de vida que tienen, de ahí que deseamos que nuestras actitudes les ofrezcan otras opciones”, expresó.

Las estadísticas poblacionales suelen estimar al joven desde los 12 años hasta los diecinueve años. Por su parte, las ONU, en la celebración del año en todo el mundo de la juventud, definió a ésta como la población comprendida entre los 15 y 24 años . En este trabajo se considera joven a la población comprendida entre los 12 y 19 años.

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Este inconveniente tiene una más grande incidencia en los países de ingresos medianos y bajos y en la población de esas naciones, que se encuentra en los segmentos más desfavorecidos educativa y a nivel económico. Los datos también fueron contundentes y relacionan claramente los menores escenarios de escolaridad femeninos con un menor conocimiento y empleo de métodos anticonceptivos, menor planeación en la primera relación sexual y una edad más temprana a la primera relación íntima, lo que hace a las mujeres menos escolarizadas más atacables al embarazo y a las enfermedades de transmisión sexual. Ciertamente, la desigualdad de género y otras caracteristicas socioculturales relacionados con las condiciones de desigualdad de las mujeres, se agravan en un contexto de pobreza y falta de ocasiones. Precisamente, esto tiene consecuencias en la práctica anticonceptiva de las jóvenes puesto que el 40.9% de las mujeres de 15 a 19 años en algún momento unidas y el 20.5% de las de 20 a 24 años de edad, nunca había utilizado un procedimiento de regulación natal (véase gráfica 7). Por idea del Centro Nacional de Salud Pública y el Centro Nacional de las Mujeres han creado en forma conjunta dos tácticas virtuales complementarias entre sí y que estarán actuales hasta 2018.

Saben asimismo la dificultad de estas muchachas para tomar resoluciones sobre su embarazo, que, a veces, les aboca a abortos tardíos o a partos no amigables. El hacinamiento en varias colonias y en las comunidades indígenas es un factor de riesgo para las adolescentes, que a veces comparten dormitorio con el hermano, el abuelo y otros familiares. En 2014, el Estado adquirió métodos anticonceptivos mediante compras consolidadas del Seguro Popular, con un presupuesto asignado de mil 002 millones de pesos. , pasando de 1.9 nacimientos por cada mil pequeñas en 2012 a una tasa de 2.1 en 2015, las que equivalen a diez mil 377 y 11 mil 448 nacimientos, respectivamente.

México asimismo pertence a los países que menos presupuesto destina a planificación familiar, educación y salud reproductiva, cerca del 2.8 por ciento del PIB nacional, con respecto a otros países de América latina; bajo Uruguay que dedica el 10 por ciento, de Colombia, 9.3 por ciento, de Costa Rica 8.7 por ciento, y de Chile, 7.5 por ciento. Sigue siendo una pendiente resolver la necesidad de anticonceptivos entre mujeres adolescentes, sobre todo, de población indígena cuya cifra de no ingreso a métodos de control es de 21.7 por ciento. Ya en el campo laboral, las mujeres jóvenes con hijos perciben ingresos inferiores, pues ingresan 31.6 por ciento menos dinero que una mujer que no dió a luz.

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En circunstancias agobiadas se recurre a abortos de peligro, que también ponen en peligro la vida de la gestante. “Es verdad que en México hay un programa para la prevención de estos embarazos, pero no hay acciones prioritarias. Todo lo mencionado nos irá a retrasar en el propósito de frenar este inconveniente”, advierte Verónica Extienda, estudiosa del Grupo de Información en Reproducción Escogida . “Se necesita una educación sexual integral, laica y científica a fin de que las más jóvenes entiendan las implicaciones de un embarazo temprano”, añade. El 98% de las adolescentes conocen métodos anticonceptivos, pero solo un 21% afirma haberlos usado y un 13,45% ignora de qué manera se emplean. Según datos del Centro Nacional de Geografía y Estadística , en 2018 Coahuila, Guerrero y Chiapas obtuvieron las mayores tasas de embarazo joven, con 24.1, 23.1 y 22.6 nacimientos registrados por cada 100 mil mujeres entre diez y 17 años de edad.

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