La última Estrategia para Justificacion De Embarazo En Adolescentes

justificacion de embarazo en adolescentes

De esta manera, la meta del presente producto es contrastar la construcción que el Estado hace del embarazo adolescente a través de sus políticas públicas, con la que realizan las propias jovenes y sus familias en condiciones de puerta de inseguridad del estado de Quintana Roo, desde su situación cotidiana y según su concepción. Para esto, exploramos los cambios en distintos aspectos de la vida de jóvenes que fueron madres a temprana edad, antes, a lo largo de y después de su embarazo. Mantenemos que esta aproximación ofrece pistas empíricas importantes para generar políticas públicas adecuadas enfocadas en la prevención del embarazo adolescente y en la promoción de la salud reproductiva entre los jóvenes. Entre 1990 y 2015, la tasa de fecundidad joven en México disminuyó, al pasar de 83 a 64 nacimientos por mil mujeres.

Esto no supone necesariamente una disfunción familiar o núcleos familiares problemáticos; por el contrario, son las discusiones entre los padres o problemas con los hermanos los eventos que tienen la posibilidad de generar faltas cariñosas que las adolescentes no tienen idea ni tienen la posibilidad de solucionar, lo que las orilla a tener relaciones sexuales para recibir cierto aprecio o a considerar el embarazo como una salida de los problemas familiares. No obstante, más allá de que las ocasiones que cubren a cada mujer cambian y las afectan de diversas formas, existe una “condición de género” que es común a todas ellas sin importar un mínimo su estrato popular. Por condición de género hablamos a los mecanismos sociales, económicos y culturales en que desarrollan su vida las mujeres en comparación con los hombres, lo que las pone en situación de desventaja y subordinación. Esta condición se expresa en una secuencia de mecanismos de apropiación y control de su cuerpo, reproducción y estirpe, que en la vida diaria se materializan en la educación y en la presión social para cumplir ciertos roles y expectativas ciertos para el género femenino. Diversas autoras feministas han argumentado que la heterosexualidad, el matrimonio, la maternidad y la familia son algunos de los elementos más esenciales de la dominación patriarcal que se inculcan a las mujeres. Ser madre es sin duda entre los mandatos de género más ampliamente fomentado en la mayoría de las sociedades, siendo aun justificado desde la ciencia, naturalizado y anunciado como la “esencia femenina”, como si las mujeres tuvieran un instinto biológico irracional por reproducirse y una proclividad natural al precaución y protección de los otros .

Sugerencias Emitidas En Materia De Los Derechos Humanos De Niñas, Pequeños Y Adolescentes

En este sentido, algún meta didáctica en México debe integrar la implementación uniforme de un currículum de educación integral en sexualidad basado en una metodología y lenguaje accesible para todas y cada una y todos y cada uno de los estudiantes de todas las orientaciones sexuales e identidades de género. Entre las conclusiones importantes de Prueba y Justicia es justo esa, que para reducir la mortalidad materna y garantizar la salud de las mujeres mexicanas, se necesita proporcionar servicios de aborto seguro para todas y cada una de las mujeres, incluidas las jovenes. Existe una enorme necesidad insatisfecha de anticonceptivos, la cual es dos veces más alta entre mujeres en edad fértil (entre 15 y 49 años) sin educación (20%), que entre mujeres con educación secundaria o más (8.3%). Dos veces más grande entre mujeres que viven en áreas rurales (16%), que entre aquellas que habitan áreas urbanas (8%), y dos veces más grande entre mujeres que hablan una lengua indígena (21.5%), y aquellas que no (9%). El DIF Ecatepec imparte pláticas a alumnos de secundaria y preparatorias sobre educación sexual y formas de proceder sociales pues, según la SEP, tener un hijo entre los 15 y 19 años es la cuarta causa de deserción escolar. En al �mbito social, mas del 80 % las j�venes tienen que dejar los estudios, en ocasiones la familia no puede darle el en frente de sus problemas socioecon�micos, y tiene que comenzar una vida que no est� preparada para eso, por el hecho de que la muchacha no admite el embarazo, como una muchacha m�s adulta que si se prepar� para tener a un hijo en un momento preciso. Un parto en una adolescente resulta arriesgado para el organismo y tiene implicaciones muy serias, seg�n lo expresado por la experimentada enfermera.

Datos de UNICEF y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación revelan que en México, 1 de cada 3 pequeñas, niños y jovenes indígenas están en edad escolar (3 a 17 años); sin embargo, la proporción de ellas y ellos en función del nivel educativo, varía en cada entidad federativa; por servirnos de un ejemplo, al paso que en Nayarit y Nuevo León, hay un número esencial de pequeñas y niños en edad anterior a la escuela (23.1 y 25.5%, respectivamente), en Veracruz habitan más pequeñas, niños y adolescentes en edad para cursar la secundaria (22.4%) y la preparatoria (20.4%). El Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018, realizado por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Popular , señala que, en 2015, el 50% de la población nacional de niñas, niños y jovenes vivían en hogares que experimentaban algún género de pobreza, es decir, 20.7 millones de pequeñas, niños y adolescentes. En ese sentido, la LGDNNA establece la creación del Sistema Nacional de Protección Integral — del que la CNDH es parte miembro—, como instancia encargada de detallar instrumentos, políticas, métodos, servicios y acciones de protección de los derechos de la niñez y la adolescencia, así como de generar acciones a fin de que el Estado mexicano cumpla con su compromiso de prevenir su vulneración, asegurar la protección y restitución integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes, cuando son vulnerados.

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Se demostró que el sistema educativo mexicano es altamente discriminatorio y excluyente, tanto para hombres como para mujeres, puesto que los grupos más pobres tienen menos ingreso a la educación que los que tienen superiores capital . En México, la población femenina muestra los niveles más altos de rezago y deserción escolar, lo que se asocia a ocasiones de precariedad económica y exclusión popular, aunado al hecho de que se sigue promoviendo un patrón cultural según el que se valora menos la escolaridad de las mujeres, y más su papel en el campo familiar y reproductivo (De Jesús y Menkes, 2011). Los Objetivos de Avance Sustentable afirman que es posible la prevención del embarazo a temprana edad mediante una educación integral en sexualidad, de calidad perfecta, que integre contenidos de género y que asegure entablar vínculos con los servicios de salud para garantizar el acceso a anticonceptivos. Por su parte, se estima que los países firmantes implementen de forma apropiada políticas públicas que conduzcan a la reincorporación de las jovenes a la escuela, garantizando que ejerzan su derecho a la educación . En este escenario, se han llevado a cabo importantes estudios en diversas disciplinas como la biomédica, la psicología social, la antropológica, la sexología, la sociodemografía y los estudios poblacionales, principalmente en torno a las relaciones íntimas entre jovenes, en temas como la edad de inicio de las relaciones, la continuidad, el número de parejas, el saber, acceso y empleo real de métodos anticonceptivos o la adquisición de infecciones de transmisión sexual (Núñez y Ayala, 2012; Vélez, 2012; Okumura et al. 2014). La comunidad académica también ha caracterizado el accionar sexual y reproductivo de las adolescentes como un problema de salud pública, que a su vez crea un perfil epidemiológico muy concreto gracias a las secuelas desfavorables que acarrearía para estas, sus familias y las comunidades (Stern, 2003; Zamudio et al., 2017).

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�La aceleraci�n de la madurez fisiol�gica y el comienzo a edades m�s tempranas de relaciones sexuales c�itales y desamparadas conforman cambiantes asociadas al embarazo en la adolescencia� . La Revoluci�n cubana ingresó sustanciales cambios en la identidad femenina que cuestionaron el modelo patriarcal que desde hace tiempo vivi� la mujer en el seno de la familia cubana. �En ese contexto de cambios en la identidad femenina, y particularmente, de renovaci�n en las pr�cticas maternales se produce un anti-envejecimiento de la fecundidad en el pa�s como resultado de un incremento de sus tasas en las edades de jovenes� . Todas las adolescentes embarazadas de 12 a 19 a�os correspondientes al �presa de salud del policl�nico XX Aniversario.

Esto refleja las desventajas que encara la población indígena, en particular los menores de edad, para el ejercicio de sus derechos. La población indígena enfrenta brechas en todos los casos en los que se compara con población no indígena, por poner un ejemplo, el 78.5% de menores indígenas (0-17 años) se encuentran en situación de pobreza en oposición al 47.8% de la población de menores no indígenas. De igual forma, el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en comento refleja que 700,000 pequeñas, pequeños y adolescentes, no asistían a la escuela por motivos económicos. La entrada en vigor de la Ley General en comento y de las leyes estatales en la materia, marcaron en este país, el comienzo de una nueva etapa en la protección de los derechos de la niñez y la adolescencia, ya que no solo se reconoce como sucesos de derechos a pequeñas, niños y adolescentes, sino se establecen obligaciones para que el Estado, la gente encargadas de su cuidado y la sociedad en general, trabajemos de manera coordinada a nivel nacional a fin de asegurar la observancia y respeto de los derechos de ese grupo de atención prioritaria. En una situación intermedia al respecto, algunos estudiosos analizan las características propias de las jovenes que pueden incidir en que se genere un más grande número de embarazos no planeados entre estas que en el resto de las mujeres y las implicaciones, en mayor nivel negativas, de un embarazo en contextos sociales donde los patrones culturales dominantes, en correspondencia con las opciones institucionales, promueven la adolescencia como una época formativa en el ciclo vital de las personas. Entre los problemas sociales de trascendencia más relacionados con el embarazo en edades tempranas de la vida, se muestra la desigualdad de género y la agudización de las condiciones de discriminación de las mujeres, y especialmente de las más jóvenes, con lo que se plantea que los embarazos o los nacimientos provenientes de mamás jovenes contribuyen a perpetuar la situación de desigualdad que padecen las mujeres en la mayor lugar de este mundo . Por último, las políticas públicas de prevención del embarazo con perspectiva de género no deben perder de vista que el embarazo joven es un fenómeno que puede detallarse como una condición de género.

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