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A pesar de que la separación entre la Iglesia y el Estado ocurrió hace ya tiempo ahora, la coyuntura social necesita de una herramienta efectiva para resguardar y asegurar los derechos humanos de las mujeres, los niños, niñas y adolescentes y red social LGBTTTIQ que peligran a través del “pin parental”. Es requisito tener una argumentación jurídica correcta y los medios de defensa pertinentes, tal como también con el apoyo de las autoridades competentes, para proteger en grupo los derechos a la igualdad y no discriminación de las y los mexicanos hoy en dia.

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Argumentación Práctica: ¿las Solicitudes Largas Son Buenas Demandas?

En suma las investigaciones que relacionan sexualidad con género combaten últimamente el de tomar el reto de aproximarse a la distinción sexual entre mujeres y hombres anexando con seriedad el criterio de género en la inspecciona­ción tal como de concebir la sexualidad como fuente de exitación y vinculación humana alén de la reproducción. Las posiciones feminista expresan se puede hallar el lugar del poder y de la opresión no sólo en la creciente naturalización de las relaciones comúnes, de igual manera en las relaciones establecidas entre los géneros. Esta represión y poder históricamente tiene una importante coalición en el enfrentamiento científico que quiere legalizar una sola sexualidad como la válida, y un género como el dominante sobre el otro (Precioso, & Oviedo 2013). Garantizar que son creaciones culturales y sociales supone en primer lugar, ninguna de las dos es original, y que es la sociedad que otorga la sexua­lidad heterosexual más valor que a la diversidad sexual no convencional. Esto enseña tanto la denigración global de las mujeres en la sociedad como la satanización de prácticas sexuales que, al no dar respuesta a la lógica reproductiva sino redefinir el uso indispensable del erotismo, son mostradas como formas de proceder sexuales no comúnes.

• La tasa de embarazo adolescente en México fué disminuyendo durante los últimos veinte años, pero aún es parcialmente alta, de 81 por mil (Menkes y Suárez, 2002).2 Se calcula que precisamente 40 por ciento de estos embarazos no son deseados (Zúñiga, 2000).
• Vivencias del embarazo en las jóvenes, Instituto Mexicano de la Juventud, México.

Igualmente puede ser comprensible que en mentes que no ven perspectivas de mejora personal se den acciones irresponsables y de abandono. Asimismo, aseguraron que el coloquio Visión demográfica de México y el mundo, debe hacer mas fuerte la articulación de la política de población con las dirigidas a impulsar el avance de la mujer y el mejoramiento de su condición popular, la que constituye una labor prioritaria. En contraste, en las zonas rurales, entre la población indígena, que se encuentran más aisladas y más desprotegidas se observan escenarios de fecundidad muy afines a los que tenía el país hace 15 años.

Ambos Prevenir Embarazo Transmisión De Errores Un Peligro De Salud

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No obstante, las ideas sobre las virtudes de una maternidad temprana prevalecen, lo cual podría argumentar parte del fracaso de las campañas de prevención y promoción de la salud sexual y reproductiva en las comunidades. En general, la sociedad dominante no indígena ha producido imaginarios desde los que se considera que las y los jovenes no tienen la madurez para ejercer la sexualidad ni la capacidad para la reproducción; esto a pesar de que estos son sujetos sexuados que habitualmente forman parte de las labores de crianza, singularmente las mujeres.

Pero lo anterior no quiere decir que el Estado haya cumplido con garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes indígenas. Generalmente, en las instancias gubernamentales se representa a quienes tienen dentro a los pueblos indígenas como asexuales, pero contradictoriamente más fecundas que el resto de la población, subrayando políticas de control de fecundidad e impidiendo la independencia de decidir el número y esparcimiento de las hijas y los hijos a través de la imposición de métodos anticonceptivos y esterilización obligada cuando las mujeres acuden al sistema sanitario. Esto aleja a las indígenas de estos espacios para recibir información, entendimientos y atención. Bajo esta concepción, la maternidad sería un paso normal o incluso natural en el curso de vida de las jóvenes indígenas, y los embarazos entre adolescentes no serían considerados un inconveniente sistémico dentro de las comunidades. No obstante, cuando uno ve de cerca estas realidades, sale a la luz la presión social a la que se enfrentan las jóvenes para embarazarse más allá de que no es su deseo y no tienen los elementos para enfrentar la maternidad. Aún más, estas chicas no tiene el capital cultural y los medios económicos para decantarse por otros caminos de vida.

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El embarazo en la adolescencia es aquella gestación que ocurre a lo largo de los 2 primeros años después de la primera regla (entre los 10 y 13 años aprox.), y/o cuando la joven sostiene la total dependencia social y económica de sus progenitores. Desde siempre los embarazos estuvieron presentes en los jovenes pero en la actualidad se ve con mayor frecuencia y peor reputación, puesto que seguimos avanzando como sociedad y hay cosas como lo es el embarazo en los adolescentes que son mal vistas, a falta de comunicación y de información es que suceden este tipo de cosas. El embarazo y maternidad de adolescentes son más frecuentes que lo que la sociedad quisiera admitir. Es un hecho difícil que perjudica la salud integral de los padres adolescentes, la de sus hijos, familiares y de la red social en su conjunto.

Andión urgió a remarcar la Enapea, para poder contener los embarazos adolescentes, creciendo su presupuesto en 5 por ciento. «Las hipótesis son crueldad sexual contra las pequeñas, uniones y matrimonios tempranos y otras ocasiones de vulnerabilidad que están haciendo que las niñas en México se prosigan embarazando, y con eso, frenando su emprendimiento de vida», señaló. La directiva del ILSB alertó pues continúan los embarazos en inferiores de 9 a 14 años, grupo de edad en el que en 2016 se registraron 11 mil 219 nacimientos.

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