La mejor Respuesta sobre Justificacion De Embarazo En Adolescentes

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Por las causas antes apuntadas, resulta de interés el anilisis de las diferentes dimensiones enlazadas a los cambios poblacionales que se vivieron en los países industrializados en décadas recientes, sugeridoá por los estudiosos de estas sociedades . Estos cambios son estructurales (referidos, seglin Solsona, «a la modernización, avance de la sociedad y al Estado de Bienestar»), culturales, en la actitud de la gente y en aspectos tecnológicos. El criterio de segunda transición demográfica comenzó a ser empleado por algunos estudiosos, como Dirk J. Van de Kaa y Ron Lesthaeghe, desde mediados de los años ochenta para referirse al accionar demográfico, en las últimas décadas, de los países más evolucionados socioeconómicamente, el que se distingue marcadamente del presentado por la generalidad del resto de los países. Ello, al unísono, se refleja en los diferentes aspectos que son priorizados por los investigadores en las sociedades desarrolladas, en contraste a lo observado en los otros países. Si bien hay un elevado número de investigadores que hicieron distintas formulaciones o contribuciones a la teoría de la transición demográfica, entre los que se resaltan Notestein , Coale , Caldwell , Tabutin y Livi-Bacci , la generalidad de los mismos centra su atención principalmente en el nivel de la fecundidad para la determinación de la etapa de la transición en que está una población. Se expone que estos cambios demogrificos se observaron inicialmente en las sociedades desarrolladas, basicamente en las europeas, diez que es vinculado, en principio, con el desarrollo socioeconomico 0 proceso de modernizacion que se ensayo en esos países . Por otra parte, al preguntarles si habían hablado con alguien sobre su sexualidad sólo el 33.4% respondió afirmativamente, al tiempo que el 64.9% indico que no lo había hecho.

Consideramos el embarazo adolescente como aquel que pasa antes de los 19 años de edad, tal y como se establece en el Modelo de Atención Integral en Salud Sexual y Reproductiva para Jovenes y en el Programa de Acción Específico Salud Sexual y Reproductiva de Adolescentes, aunque merece resaltar que la antropología ha documentado en riguroso que la adolescencia se significa y experimenta de manera diferente en las distintas etnias y ámbitos sociales (Reyes y González, 2014). Stern relata que aun las consecuencias emocionales y sociales del embarazo a temprana edad son diferentes de acuerdo con el conjunto social de las mujeres. Las jóvenes de ámbitos más empobrecidos acostumbran a padecer más efectos negativos en su salud y economía, mientras que las de estratos medios y altos experimentan un mayor impacto en sus proyectos de escolaridad prolongada, aparte de que tienen la opción -legal o no- de interrumpir su embarazo. En este suceso se basa la proposición del autor que consiste en no estimar el embarazo joven como un problema homogéneo y generalizable a priori, sino más bien como un fenómeno social cuyas causas y también impactos varían de acuerdo con cada individuo, comunidad y sociedad. Las niñas, pequeños y jovenes, constituyen la tercera parte de la población nacional; a pesar de ello, el ingreso y ejercicio de sus derechos se ve con limite por una visión social que los concibe como “objetos de protección”, excluyéndolos de la participación y toma de decisiones sobre su vida, e inclusive justificando la violencia que se ejerce en su contra.

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Más allá de que se plantee que es viable establecer una relación de asociación entre el desarrollo socioeconómico alcanzado por los países y la situación del embarazo adolescente en estos, las condiciones específicas del avance sociodemográfico y cultural de cada zona son las que tienen que saber, en última instancia, la construcción que se efectúa del embarazo en edades muy jóvenes como problema de investigación. De esta manera, en países en vías de avance, o en las regiones de estos que muestran evidentes logros sociales y demográficos, los aspectos de más interés de estudio, dentro de esta temática, tienen la posibilidad de encajar con los existentes en sociedades de más grande desarrollo económico y social. Ello se enseña tanto por la gran incidencia que tiene en varias regiones como por sus implicaciones sociales, familiares y personales. Esta situación ha animado la realización de investigaciones en las que la gestación en edades tempranas es el centro de atención; sin embargo, en estos estudios el tema es anunciado por norma general de manera inadecuada.

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Algunos autores enfatizan, como condicionantes del embarazo en edades muy jóvenes y sus implicaciones, las especificaciones singulares de los jovenes, mientras otros consideran que los riesgos referidos se relacionan, en más grande medida, con la situación social y económica de las mujeres jóvenes, de tal manera que tanto la connotación popular como las secuelas de un embarazo en estas edades no son iguales según el sector popular en que se produzcan . En relación a la deserción escolar, en la situacion analizado la realidad coincide con los datos estadísticos sobre educación en el país, puesto que la mayor parte de las entrevistadas abandonó sus estudios tras quedar embarazadas y un número muy achicado logró proseguir su proceso educativo tras el parto. En el presente análisis se observó que la educación de las mamás de las jovenes embarazadas se encontraba en relación proporcional directa con los embarazos de sus hijas, ya que, a menor nivel educativo de las primeras, mayor la fecundidad de las segundas. A pesar de que un elemento presente en el proyecto de vida de las entrevistadas era seguir con sus estudios hasta el nivel superior, el contexto de pobreza en el que se desenvolvían limitó la llegada de dicha meta, puesto que la falta de elementos económicos se tornó en un obstáculo vital para sostener su desarrollo educativo y derivó en su deserción escolar. Así, una vez alejadas del ámbito educativo y de ese emprendimiento de vida, la opción alternativa del matrimonio y de la maternidad temprana pasó a ser una de sus opciones más ejecutables, tal como ocurre en otros contextos anteriormente descritos (Aguilar, 2009; Binstock y Näslund-Hadley, 2010; Stern, 2012). De igual importancia es el proyecto de vida de las mujeres jovenes que viven o vivieron un embarazo y cómo cambió a partir de él, ya que antes del embarazo el 42% consideraba en su plan de vida estudiar una carrera universitaria, porcentaje que redujo tras el embarazo a un 26%; en lo relativo al trabajo, el 27% lo visualizaba en su plan de vida y este porcentaje aumentó después a un 34% gracias a la necesidad de obtener elementos económicos para la manutención familiar. Para finalizar, un 22% de las mujeres después del embarazo contemplaba en su plan de vida únicamente dedicarse a cuidar de su bebé.

Como un aspecto de capital importancia en la incidencia y consecuencias del embarazo adolescente, se señala la condición de discriminación hacia las mujeres prevaleciente en la mayor lugar de este mundo, lo que se manifiesta en la sexualidad y en la reproducción, ámbito en el que el varón impone la definición en la relación de pareja, dejando muy poco espacio a la mujer para reclamar un trato responsable de parte de su compañero, lo que la expone a un embarazo no premeditado, entre otros muchos inconvenientes . La atención particular que ha recibido la referida temática se tradujo en una auténtica explosión de literatura que cubre casi todos los puntos concebibles de la sexualidad y reproducción adolescente , y en especial el relacionado con el embarazo a edades tempranas de la vida. La necesidad de ampliar el saber sobre la conducta sexual y reproductiva de los jovenes fué expuesta de manera recurrente en los últimos años en foros internacionales, lo que refleja el interés de la comunidad cientifíca internacional y de los medios gubernamentales por la problemática que afecta, directamente, a ese esencial segmento de la población. Con este artículo pretendemos dar contestación a ciertas problemas de interés que provoca el tema en distintas campos disciplinarios, y especialmente en la sociodemografía. El presente trabajo es un intento de valorar criticamente los planteamientos teóricos sobre el embarazo joven, a fin de orientar las investigaciones de una de las temáticas de mayor trascendencia social en gran lugar de este mundo, y con esto aumentar las opciones para su estudio científico, esencialmente en los países, o en las regiones al interior de estos, que detallan superiores avances en su transición demográfica. 1 Según estos datos, el porcentaje de jovenes en Quintana Roo (23.1%) que inició vida sexual es levemente menor que el nacional (23.0%) . Lo mismo se aplica a la transmisión intergeneracional de la pobreza, criterio muy usado por la academia y el Estado, pues, a pesar de que la pobreza logre constituir un círculo vicioso, es necesario ver que es precisamente ésta la que crea un ámbito vulnerabilizador que incentiva el embarazo en las adolescentes, y no necesariamente al contrario.

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Los Estados de Nayarit, Zacatecas y Campeche reportaron el mayor índice de trabajo infantil, con el 19.7%, 18.9% y el 18.1%, respectivamente”. En otros trabajos, aunque no se niegan las implicaciones sociales que el embarazo en edades tempranas tiene la posibilidad de tener para las jóvenes involucradas, se plante a que con la problematización del embarazo joven, tanto en la connotación cuantitativa que se le da como en sus consecuencias en los referidos males sociales, lo que se busca es justificar la intervención y el control directo en la conducta sexual y reproductiva de los jovenes (Vinovskis, 1988; Nathanson, 1991, e Irvine, 1994). Es común que se trate de detallar una vinculación entre el embarazo joven y problemas sociales de magnitud, entre aquéllos que se destacan la drogadicción, la prostitución, el suicidio , la inestabilidad conyugal de las parejas, el nacimiento de hijos ilícitos, la deserción escolar, la pobreza de la población y la desigualdad social que padecen las mujeres. Con base en ello se plantea la necesidad de ejercer un control efectivo sobre el comportamiento sexual y reproductivo de los más jóvenes.

En igual sentido, no se debe asumir, como por norma general se hace, que el embarazo en estas edades siempre y en todo momento es no planificado por los jóvenes. Es claro que contaban con información para impedir un embarazo no deseado, pero éste no lo concebían como un peligro para la salud ni como un obstáculo en su vida -por poner un ejemplo, para proseguir aprendiendo-. Asimismo se refirieron a él como una consecuencia lógica y natural de tener relaciones sexuales, como si no fuera viable evitarlo. Además, a pesar de que hoy en día es simple obtener información, hay varios mitos y opiniones equivocadas en torno al embarazo joven que se exacerban en ambientes como en el contexto estudiado, eminentemente por carecer de educación formal. Lo previo señala que es necesario cuestionar si la afirmación “el embarazo en jovenes implica pobreza” es adecuada o debería reconsiderarse, tomando en cuenta causantes como si la mayor parte de las jovenes eran o no pobres antes de quedar embarazadas y si es la pobreza o la falta de oportunidades educativas lo que las orilla al embarazo temprano y las condiciona a enfrentarse a la maternidad con menos recursos económicos y sociales, y con la carga de una doble o triple día por el trabajo que efectúan al interior del hogar . Lo previo se encuentra plenamente descrito en la Encuesta nacional de la dinámica demográfica 2014 en México, la que exhibe que precisamente el 60% de las mujeres de entre 15 y 19 años que se embarazaron pertenecían a estratos socioeconómicos bajos, que más de la mitad de ellas ya vivía en unión libre o se encontraba casada, y que más del 60% ya había dejado la escuela al instante del embarazo .

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