5 Faciles Hechos acerca de Embarazo Adolescente Infografia

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Equiparando además los rangos de edad entre la población femenina en edad fértil (15 a 49 años de edad), en tres años de comparación se aprecia una suave disminución sostenida en todos los rangos. Los conjuntos que más alta tasa muestran son mujeres entre los 20 y 24 años (tasa de 122 en el año 2010) y las mujeres entre los 25 a 29 años de edad (tasa de 100 en el año 2010). Como resulta lógico y aguardado en términos estadísticos a más grande edad de la mujer, menor tasa de fecundidad, tal como se aprecia en el próximo gráfico exceptuando el grupo de mujeres adolescentes. En el caso Colombiano particularmente, comparado con la tasa global de fecundidad, solo hasta el año 2005, se podría hablar con mayor seguridad estadística de que se viene presentando una disminución, aunque pequeña, de la proporción de embarazos de este grupo etáreo10. En 1990 se calculó en 70 por mil, cinco años después, en el año 1995, subió a 89 por mil, para el año 2005 alcanzaba 90 y para el año 2010 se reduce a 84 por cada mil mujeres jovenes.

Si los datos dejan hacer llegar el peso del problema en términos sociales, una mirada más profunda deja aseverar que las adolescentes embarazadas, aún con la sepa o presencia de un responsable de la paternidad, no ven su situación como una catástrofe existencial o como trasgresión a las normas sociales establecidas sobre la sexualidad y la reproducción de los adolescentes. Representación compartida, en la mayor parte de los casos, por los grupos familiares cercanos a las adolescentes, en una situación incómoda por el efecto adverso en las interacciones sociales, pero es una situación concreta que debe ser reciclada para restablecerse en la normalidad. En verdad en este pequeño grupo, el 13.3% de los recientes padres sobrepasa los 24 años de edad.

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Entablar proposiciones de intervención para diferentes conjuntos de la población juvenil, distinguidas por peculiaridades educativas, sociales y económicas que logren ser replicadas en todo el país, con apego al respeto de sus diferencias culturales y a sus derechos humanos, primordialmente a sus derechos sexuales y reproductivos. Otro aspecto esencial del perfil social de las adolescentes es la composición familia actual. La mayoría de las jóvenes conviven en la actualidad con su pareja, conjunto que señalaría la conformación de una familia propia, introduciendo uno o más hijos en el momento de la entrevista. También se muestra un prominente porcentaje de adolescentes que viven hoy en día con sus progenitores quienes usualmente asumen los nuevos deberes de precaución y de crianza, seguidos de las mujeres que viven con otras personas, singularmente aquellas que precisan protección particular del ICBF. En términos más puntuales, la tasa de embarazo en adolescentes , estadísticamente no se comporta de manera consistente –disminución sostenida–, en los países de América Latina y el Caribe en relación a la tasa global de fecundidad9, Colombia y Brasil en especial sostuvieron un crecimiento cuantitativo por año, tendencia contraria al resto de países de la zona. La heterogeneidad matemática de esta tasa para Latinoamérica indica, por un lado, que el inconveniente tiene profundas raíces culturales sobre el significado del embarazo, la maternidad y exactamente la misma adolescencia.

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Para todos los que sí asistían a clases el panorama es complicado, ya que deben de enfrentar jornadas triples. Según los datos del INEGI, hay 474 mil chicas que además de trabajar van a la escuela y atienden los menesteres domésticos. Las pruebas de laboratorio tienen la posibilidad de contribuir a detectar un embarazo aún antes de llevar a cabo el examen físico, el análisis de sangre puede detectarlo incluso a prácticamente seis días tras la concepción o las pruebas caseras de orina que dan desenlaces positivos una semana tras la fecha donde debería manifestarse la regla.

  • El estado de Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional con más de 20 mil embarazos cada un año de mujeres jovenes.
  • Una mañana, adolorida por los golpes y embarazada por cuarta ocasión, aprovechó la ausencia de su esposo y corrió a protegerse a la vivienda de sus tíos, donde se rencontró con su mamá después de 10 años.

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La frontera biológica de edad que define contemporáneamente la adolescencia como etapa del período vital y al adolescente como un ser humano en un estado específico de crecimiento y avance, también representa un reto persistente para su distinción como tal. En el artículo se realiza un análisis de las tasas de embarazo en adolescentes tomando datos internacionales, nacionales y regionales para contextualizar una investigación concreta para el Área Metropolitana de Bucaramanga. El análisis realizado deja detallar la disparidad de mediciones entre distintas fuentes de consulta y la escasa información disponible en la localidad.

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De otro lado, esta situación puede significar un gran subregistro del embarazo precoz por el hecho de que ello genera un ocultamiento de casos, singularmente en campos de mejor posición económica. Al igual que el nivel educativo, otra variable esencial que se asocia al tema del embarazo a temprana edad, es la región geográfica en que viven las madres adolescentes. La tasa general de fecundidad es más alta en zonas rurales que urbanas, mientras que en el campo, zona rural, el promedio de hijos por mujer en edad fértil es de 3.7, al tiempo que en la ciudad, región urbana, baja a 2.1 hijos por mujer en edad fértil12. Esta disparidad en la fertilidad también se expresa en el grupo de mujeres jovenes, mientras que en la región rural se muestra una tasa de 122 por cada mil mujeres entre los 15 y 19 años de edad, en las zonas urbanas dicha tasa baja a 73.

Si bien, en años recientes se ha luchado para batallar este inconveniente, todavía falta bastante por llevar a cabo. Al tiempo que en 2012 se asentaron 468 mil 116 niñas o adolescentes embarazadas en nuestro país, para el 2016 la cifra redujo a 399 mil 140. Se trata de una diferencia de 15 puntos porcentuales, aunque la cifra total prosigue siendo bastante elevada. Cuando se mira de manera global, la Organización Mundial de la Salud asegura que todos los años 29 millones de pequeñas inferiores de 19 años resultan embarazadas.

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